viernes, 27 de marzo de 2020

Reportaje de la gripe española

Septiembre de 1918
Buenas, soy Charles Fornie un periodista del periódico Le Figaro:
Actualmente me encuentro en una de las trincheras de los aliados (Entente); llevo una
temporada reportando el problema que estamos teniendo en el mundo con la Gripe Española
y como este está influenciando a los soldados, pero por razones de puro interés por la censura
y ocultación de información que no se quiere que salga al a luz, no se han estado publicando
mis trabajos. Así pues, estoy redactando un nuevo informe, tipo carta, para que lleguen mis
quejas, mi voz, o la realidad a España, el único país que parece coger el toro por los cuernos,
en lo que a esta enfermedad se refiere, gracias a la ventaja que posee de ser neutral frente a la
guerra. Es de los pocos Estados que han hablado crudamente de esta pandemia. Mientras
tanto, están el resto de países, en una guerra que parece que está por finalizar, durmiéndose
en los laureles y prestando más atención a una guerra que, pronto, se quedará sin soldados
que la defiendan, o ciudadanos a los que defender.
Conforme pasa el tiempo, el número de contagiados y fallecidos aumentan. Y no solo en las
trincheras, sino en todo el mundo. Los soldados, que se supone que deben estar en las
óptimas condiciones para la guerra, caen rendidos, no por el fulgor de la batalla, sino por el
fuerte golpe de una gripe. Una gripe mortal.
Aumenta exponencialmente el número de enfermos, y mañana podría ser yo el que empieza
con síntomas. Pocos serán los que se van a salvar. Es más, empeora mucho el problema por la
zona, los escasos espacios, grandes masas de hombres (que van disminuyendo
irremediablemente) y la saturación de los médicos que los tratan.
La medicina es precaria, los médicos lo intentan, pero son pocos, y los demás son muchos. Y
poco impide que estos mismos se contagien. Es muy complicado. Por otro lado, las ayudas por
parte también escasean, nuestros aliados se encuentran entre la espada y la pared. Pues
tienen que pagar los obvios gastos por la guerra, organizar a los ejércitos, y, ahora, aparece un
nuevo obstáculo: la pandemia. ¿Cómo se han ocupado nuestros superiores hasta ahora del
problema? Pues, no muy bien. Se ha complicado todo, los gastos por la cantidad de enfermos
no se recuperarán hasta dentro de unos cuantos años, pues las vidas que se están perdiendo
ya no contribuirán a la economía. Mientras tanto, el preciado ejército por el que tanta Fe se
invierte, cae enfermo, y no defendiendo a su país. No hay beneficios, solo derroche.
Veremos como sigue este problema, seguiré escribiendo, mientras pueda. Este problema no se
quedará así.
Por mera intención informativa y para finalizar voy a enumerar los síntomas de la gripe que
hemos observado en casi todos los soldados enfermos:
o Cara con color grisáceo.
o Pupilas moderadamente dilatadas.
o Fiebre superando los 39 grados.
o Pulso rápido, superando las 140 pulsaciones por minuto incluso pudiendo llegar a las
160.
o Respiración superficial y rápida.
o Agotamiento extremo.
Entre cuatro y seis horas tras los primeros síntomas los pulmones del paciente
comienzan a segregar exceso de líquido.
o Entre las 12 y 18 horas después de aparecer los síntomas anteriores se produce un
empeoramiento con más líquido pulmonar, más disnea, aumento en la dilatación
pupilar, postración, sudoración profusa, aumento de la fiebre.
o De no remitir los síntomas la muerte sobreviene entre las 24 y 48 horas después de
producirse el empeoramiento.

100 años de la gripe española: 50 millones de muertos explicados ...

1 comentario:

  1. Trabajo muy meritorio. Se hace una descripción de hechos con bastante elaboración propia y un correcto enfoque. Te animo a seguir trabajando fuerte. Calificación: 9,5

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